martes, 6 de marzo de 2012

La Raíz Teatral de la Pasión en la Provincia de Córdoba

Si la Semana Santa es barroca por nacimiento y por la época en que desarrolló su esplendor, pocos elementos hablan tanto de aquel momento como la dramatización. El teatro está en la génesis de las procesiones, como han documentado los historiadores, y los momentos en que aparece en las cofradías no son infrecuentes. En Córdoba capital desaparecieron casi totalmente, pero en la provincia son numerosas las localidades que conservan momentos en los que los actores se mezclan con las imágenes para narrar momentos de la Pasión.

Se trata de una catequesis de muy sencilla comprensión, en la que se recrean escenas en un fenómeno típicamente barroco. Los obipos ilustrados lo persiguieron y el decreto del obispo Trevilla en 1820 prohibió este tipo de representaciones, pero en los pueblos llegaron a sobrevivir, aunque no sin avatares y con épocas en que estuvieron perdidos. ABC recorre algunos de los más significativos que se viven en la provincia de Córdoba.

El mantenimiento de estas representaciones en toda su riqueza y variedad es una de las señas de identidad de la Semana Santa baenense. Las dramatizaciones de mayor calado popular son aquéllas en las que confluyen las figuras bíblicas con el gran protagonista de la Semana de Pasión en Baena, el judío. Así ocurre con el Prendimiento de Jesús, también presente en otros municipios, pero que se recrea en tres ocasiones, coincidiendo con sus tres días grandes (Miércoles, Jueves y Viernes Santo) y con tres tallas distintas de Jesús (Huerto, Prendimiento y Nazareno).

También omnipresente es el llamado «Paso» o «Baile» de los Evangelistas. El peculiar ritual en el que se enfrascan los dos personajes, el judío que intenta sigilosamente ver las escrituras y el evangelista al que sólo queda huir ante la presencia judía, lo convierte en uno de los mayores atractivos para visitantes y cofrades.

Sin embargo, la riqueza dramática cobra forma más allá del judío y no hay un solo desfile procesional que no cuente con alguna representación, como ocurre con los pequeños juegos a manos de los sayones (donde se juegan la túnica de Jesús a los dados), el besapiés y el abrazo de los apóstoles o todas las dramatizaciones del Antiguo Testamento que tienen lugar el Viernes Santo (Adán y Eva en el Paraíso, el sacrificio de Isaac...), entre otros, informa A.M.

Aguilar de la Frontera

En Aguilar de la Frontera se celebran hasta tres escenificaciones a lo largo de la Semana Santa. El Viernes Santo antes de que salga el sol se lleva a cabo el Prendimiento de Jesús Nazareno, la imagen con más devoción popular en la localidad. Este acto se realiza desde 1961 aunque, tras unos cuantos años sin llevarlo a cabo, se retomó el Viernes Santo de 1982. Los soldados romanos toman preso al Señor una vez que la imagen sale del templo parroquial del Soterraño. Todo se hace narrado según marcan las Sagradas Escrituras. A lo largo de todo el recorrido, hasta bien entrada la tarde, el Señor es escoltado por una escuadra de romanos.

Este mismo día, ya por la tarde, es la hermandad del Sepulcro la que escenifica el Auto Sacramental del Descendimiento. Los cofrades, vestidos con sus túnicas dieciochescas con capucha en lugar de capirote, se encargan de desclavar a la imagen para depositarla en la urna de plata y caoba en la que, después, procesionará por las calles. Para ello la talla del yacente, obra de Tomás del Risco del siglo XVII, tiene los brazos articulados. El Auto se ejecuta en el interior de la Parroquia del Soterraño. No obstante en 2004, en el 200 aniversario de la constitución de la cofradía, se llevó a cabo en la Plaza Octogonal de San José.

En los últimos años la Hermandad del Huerto, que realiza Estación de Penitencia el Domingo de Ramos, también ha incorporado un particular Prendimiento que se efectúa poco antes de la entrada del Señor en el templo, informa Jesús Prieto.

Bujalance

También en Bujalance hay hueco para este tipo de escenas en Semana Santa, con la cofradía de la Vera Cruz como protagonista. Casi al echarse la tarde del Jueves Santo, comienza la escenificación del Prendimiento en la plaza de la Santa Cruz. La imagen de Jesús Rescatado asoma su salida en procesión desde la ermita de la Santa Cruz, pero, de inmediato, se detiene, inclinando su paso, sorprendido por el Imperio Romano, el sacerdote del municipio, y Judas, representado por un vecino.

La liturgia comienza cuando el cura párroco inicia lectura al texto previo a la captura de Jesús. Al mismo tiempo, el discípulo Judas va en busca de Jesús, al que besa, y acto seguido, los lanceros del Imperio Romano se sitúan cerrando la salida al apresado, mientras uno de ellos ata las manos al hijo de Dios, culminando esta escena de la Pasión de Cristo.

Como sucede en otras localidades, el Prendimiento de Bujalance se recuperó de una década, tras años en desuso. La clave fue recomponer el tradicional escrito utilizado en esta ceremonia y para ello se extrajeron fragmentos que el poeta Mario López recordaba en su pregón de Semana Santa, en el año 1983. Además, su reconstrucción también se ha basado en argumentos aportados por cofrades históricos, algunos ya fallecidos.

Pedro Abad

La escenificación del Prendimiento de Jesús en su Semana Santa, catalogada como de Interés Turístico Nacional de Andalucía, se desarrolla en la noche del Jueves Santo. Se trata de uno de los instantes más destacados de los días Pasión perabeña, así como de la historia e idiosincrasia del municipio. El acto, que data del año 1784, y fue realizado en sus comienzos por imágenes bíblicas y soldados romanos, tiene sus raíces en la etapa barroca, durante los siglos XVII y XVIII, informa Andrés Orgaz.

Montilla

El acto del Prendimiento, donde el Jueves Santo se escenifica en la montillana Plaza de la Rosa el momento en que Judas vende a su maestro Jesús y lo entrega a los judíos y romanos, es el más genuino entre los que organiza la hermandad de Jesús Preso y María Santísima de la Esperanza, y se viene realizando desde principios del siglo XX. El Judas de esta cofradía, que cubre su cara con un rostrillo al estilo de los de la Semana Santa de Puente Genil, supone un elemento catártico con los movimientos grotescos que efectúa entre el público, al que interpela para que depositen en su bolsa unas monedas como pago a su traición. El cuerpo de romanos de Jesús Preso interpreta también la lanzada al Cristo, informa F. Moreno.

Córdoba capital

Está documentado que Nuestro Señor Jesucristo del Santo Sepulcro se veneraba hasta el siglo XIX como un Crucificado durante todo el año. El Viernes Santo se le descolgaba y, gracias a los brazos articulados, se introducía en la urna para comenzar la procesión. Ahora es Yacente todo el año, pero la hermandad que le rinde culto recuperó el ritual en 2006. La imagen está en besapiés cada Domingo de Pasión colgado por el sudario de la cruz. La cofradía reza el Via Crucis y al llegar a las dos últimas estaciones, los hermanos bajan de la cruz al Señor y lo llevan hasta el paso procesional entre el redoble del tambor.

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